domingo, 1 de noviembre de 2009

Un Réquiem por los que no están

"Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis". 
("Concédeles el descanso eterno, Señor, y que la luz eterna los ilumine")


La Música, al igual que otras manifestaciones artísticas, siempre ha tenido un momento de dedicación a aquellos que ya no están con nosotros. En estas fechas tan propicias para recordarlos, presentamos esta humilde dedicatoria relacionada con el origen del Réquiem.

"Descanso" es la traducción de la palabra latina Requíes, y de la cual derivó este cultismo para posteriomente ensalzar la llamada misa de difuntos o Missa pro defunctis o Missa defunctorum. Esta Misa latina, presente desde los primeros momentos, no vió su estructura definitiva hasta después del Concilio de Trento, siendo prefijada en el Misal de Pío V (1570). Y es precisamente del Introito de donde se extrae la primera palabra que da nombre a la misa de difuntos.


Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.
Te decet hymnus Deus, in Sion, et tibi reddetur votum in Ierusalem.
Exaudi orationem meam; ad te omnis caro veniet.
Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis
 
(Dales Señor, el eterno descanso, y que la luz eterna los ilumine.
En Sión cantan dignamente tus alabanzas.
En Jerusalén te ofrecen sacrificios.
Escucha mis plegarias, Tú, hacia quien van todos los mortales.
Dales Señor, el eterno descanso, y que la luz eterna los ilumine)
 
En el apartado musical, nos encaminamos a la época renacentista para encontrar las primeras versiones polifónicas de la Misa de Réquiem, y más concretamente en el siglo XV (antes de la prescripción de las secciones). Encotramos por tanto una primera obra perdida y atribuida a Dufay, y la que se considera el inicio de este género al ser la primera conservada: el Réquiem de Ockeghem.



Y aunque la historia de la música prosiguió dándole forma a esta peculiar expresión de la vida eterna, llegándose a crear maravillosas y muy conocidas partituras de relevantes autores, hoy nos detenemos en el compositor flamenco y en su obra. Una concepción musical muy entroncada con el canto gregoriano, como fue común en estas polifonías renacentistas, y de la que podemos escuchar tanto el Introito, junto a una pequeña biografía, como algunos breves ejemplos del resto de secciones.
 
Modernamente, el término también se ha utilizado como pieza no estrictamente litúrgica y más encaminada a la conmemoración de los difuntos o de textos tomados de la Biblia o los corales alemanes.  Igualmente la propia estructura sufrió modificaciones en las manos de algunos compositores. De hecho, el conocido responsorio Libera me Domine que emplearon algunos compositores no es estrictamente de la Misa en sí sino del servicio del enterramiento. Pero en lo que todas las formas, musicales o no, coinciden es en mantener lo más vivo posible ese recuerdo de nuestros seres queridos. Descansen en paz.
 
Dedicado a los que siempre estarán en mi corazón y en mi memoria pese a no estar físicamente a mi lado.
 
Con todo mi cariño

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.
En breve quedará publicado en nuestro blog.