martes, 15 de junio de 2010

Crítica musical. Ciclo Efemérides. OFM

Y en estos tiempos que los ciclos llegan a su fín, tenemos la buena noticia que en la mañana de ayer se presentaron los correspondientes para la próxima temporada de la Fundación Unicaja. Afortunadamente, por tanto, contaremos con el único referente que, de momento, está procurando establecer una calidad global. Enhorabuena y por mucho tiempo.

Por otro lado, esta fue la crítica que se publicó ayer día 14 de junio de 2010 en el diario "Málaga Hoy" en relación al último concierto que clausuró el Ciclo Efemérides.


SOBERBIA INTERPRETACIÓN DE CHOPIN EN EL CIERRE DE CICLO

por Fernando Anaya Gámez

Clausura del Ciclo Voces. Sala María Cristina. Fecha: 12 de junio de 2010. Programa: Andante en la menor' de E. Ocón, 'Concierto nº 2 en fa menor, op. 21 para piano y orquesta' de F. Chopin y 'Suite Pulcinella' de I. Stravinsky. Solista: Francesco Piemontesi (piano). Director: Alejandro Posada. Aforo: Tres cuartas partes.

Llegó a buen término el Ciclo Efemérides de la Fundación Unicaja. Un certamen que no sólo ha servido para homenajear algunas de las destacadas figuras del mundo de la composición en la música clásica, y de las que se celebra por doquier su natalicio (Chopin, Schumann, entre otros) sino por el esfuerzo en aportar dosis necesarias de calidad a un panorama divergente dentro de estos terrenos musicales. Igualmente, es digno de mencionar la clara voluntad por solucionar los pequeños problemas acústicos que la extraordinaria Sala María Cristina evidenciaba ante determinadas formaciones (especialmente con los metales), y que tras el concierto del sábado demostró las notables mejoras. Asimismo, las congratulaciones son triples ante la buena noticia que supone que hoy se presenten los ciclos para la próxima temporada.

Pero entrando en detalles, la primera parte se presentó como la más interesante del ecléctico programa. No sólo el Andante en la menor de Eduardo Ocón vino a rememorar lo destacado de su figura, máxime en el lugar donde se realizaba -fue enriquecedor acercarse a las excelsas notas al programa a tales efectos-, sino que se mostró una clara oportunidad de acercarnos a la amable sonoridad de la obra. Por otro lado, el Concierto nº 2 en fa menor, op. 21 para piano y orquesta de Chopin despuntó claramente en las manos de Francesco Piemontesi. De fraseo elegante y eficiente utilización del pedal, destacó por su gran técnica y velocidad para llevarnos a un extraordinario Larguetto. Un momento para evidenciar su permanente comunicación con la orquesta, de exquisito final en el último tiempo, y de soberbio bis inclusive.

La Suite Pulcinella planeó en una traducción correcta y sólo eso. En claros momentos solísticos desiguales, sobresalió la Tarantella por su vigoroso ritmo.

lunes, 14 de junio de 2010

Crítica musical. Concierto de Clausura de la temporada 2009-2010 de la OFM

Disculpas por la falta de actualización que en breve será subsanada.

En este caso, damos noticia sobre el último concierto que clausuró la temporada 2009-2010 de la OFM, bajo las pantentes desigualdades entre ambas partes ofrecidas. Dos partes muy deferenciadas en corrección (mejor la primera parte que una incierta segunda) y que se vieron reflejadas en la siguiente crítica que se publicó en el diario "Málaga Hoy" el día 5 de junio de 2010.

CRÍTICA MUSICAL

FEMENINO PLURAL Y CIERRE DE CURSO

por Fernando Anaya Gámez

Concierto nº 15. Clausura de la temporada 2009-2010. Teatro Cervantes. Fecha: 4 de junio de 2010. Programa: ‘Las Hébridas, op. 26 (Obertura)’ y ‘El sueño de una noche de verano, op. 21 y 61” de F. Mendelssohn, y ‘Noches de verano, op. 7’ de H. Berlioz. Intérpretes: Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) y la Coral Cármina Nova. Solistas: María Espada (soprano) y Rosa Miranda (soprano). Director de la coral: Javier Serrano. Directora: Virginia Martínez. Aforo: tres cuartas partes del total

Un ciclo que llega a su fin, como tantos en las vidas personales y musicales, para recibir el último concierto de la presente temporada de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM). Una cita que con el número quince, popularmente vinculado a lo femenino, pareció preludiar la extraordinaria conjunción de mujeres en la escena de anoche.

La primera, Virginia Martínez, en calidad de directora de gesto claro y conciso, desplegó su batuta en la correcta apreciación expresiva de Las Hébridas op. 26 de Mendelssohn. Con clara intencionalidad sobre el subrayado de los distintos planos sonoros, cercana asimismo a lo metafórico que destila la propia partitura, presentó un número muy equilibrado.

La segunda, María Espada, protagonizó un extraordinario acercamiento a esta pieza no tan conocida del genial Berlioz. Acostumbrados a sus interpretaciones dentro de la música antigua, máxime en sus últimas participaciones en tierras malacitanas, la soprano extremeña sigue cosechando un notable éxito como reflejo de su buena predisposición a desarrollar su amplio repertorio. Fue el caso de estas Noches de verano, op. 7 donde nos movió por su versatilidad de paletas vocales (y con textuales, en función del texto) en perpetua conjunción de una exquisita técnica basada en la portentosa dulzura del ataque de sus agudos y del empleo ecuánime de su vibrato. Cualidades todas que se tradujeron en un Le spectre de la rose de enérgicas enfatizaciones y soberbio final, junto a un Sur les lagunes, en reluciente realce del Ah! de la frase final.

La segunda parte fue igualmente salvada por la tercera intervención de lo femenino en lo vocal. Bien en las correctas y empastadas intervenciones de la sección femenina de la Coral Cármina Nova, y en destacado lugar nuevamente María Espada junto a una Rosa Miranda de óptima técnica y voz compacta, no lo fue así para las varias irregularidades presentadas tanto en batuta como en los propios maestros de la OFM. En este sentido, entre los titubeos de inicios y finales poco claros en las intervenciones de la cuerda en la Obertura, y la decisión de, por un lado apresurar tempi como el Scherzo y la consabida Marcha Nupcial, y por otro, atajar las intervenciones vocales directamente en su participación, desechando por tanto los compases instrumentales anteriores como en Lied mir Chor, sembraron cierta sensación de imprecisión en las maderas, un lógico apresuramiento generalizado y una falta de matización más consistente en la globalidad del Nocturno y el Finale.

De momento cierre y en expectativa de la próxima temporada.

jueves, 3 de junio de 2010

Crítica musical. Ciclo Voces. Stephen Salters

Y el Ciclo Voces de esta temporada cerró su edición primera con un gran resultado conjunto. Un claro ejemplo fue el magnífico concierto del sábado pasao que sirvió como gran broche final, en el deseo de contar con nuevas ediciones de estos eventos organizados por la Fundación Unicaja.

Esta fue la crítica publicada el lunes 31 de mayo de 2010 en el periódico "Málaga Hoy".



CRÍTICA MUSICAL

BRILLANTE CLAUSURA CON SABOR AMERICANO

por Fernando Anaya Gámez

Clausura del Ciclo Voces. Sala María Cristina. Fecha: 29 de mayo. Programa: Selección de obras de Gershwin y Porter junto a espirituales y canciones tradicionales americanas. Intérpretes: Stephen Salters (barítono) y David Zobel (piano). Aforo: Dos tercios del total. Fecha: Jueves 29 de noviembre. Aforo: Casi lleno.

Se inician los tiempos de clausura dentro de los distintos ciclos musicales. El sábado se inició esta ronda con la del Ciclo Voces de la Fundación Unicaja. Un evento que congregó a la gran voz de Stephen Salters junto al experto acompañamiento al piano de David Zobel, y que nos hace pensar en el éxito global que ha tenido las distintas propuestas vocales iniciadas desde septiembre. Podríamos hablar, por tanto, de un círculo que se cierra con el mismo triunfo que supuso el recital inaugural de Ismael Jordi.

Ciertamente la velada, encuadrada en cuatro bloques, se presentó con la portentosa interpretación de tintes casi veristas de Crucifixion. Una excepcional manifestación dedicada a los espirituales y nos invitó a presenciar las increíbles matizaciones de exquisito contraste que posee el barítono norteamericano. Además, el trayecto musical prosiguió en la muestra permanente de su abanico de variedad de colores vocales, siempre en patentes dotes escénicas e interpretativas, entre la expresividad y la correcta dicción de He's got the whole world in his hands y la simpatía de Didn't it rain. En los siguientes bloques, dedicados tanto a las canciones tradicionales americanas como a algunas de las conocidas creaciones de Gershwin y Porter, Salters siguió demostrando un brillante poderío de eficiente técnica y de bellos momentos de sobresaliente fraseo y espléndidas conclusiones, como fue el caso de Flower of beaty y un emotivo Shenandoah, acompañado por la otra destacada pieza importante de este concierto: la genialidad de David Zobel como pianista acompañante.

Pero fue con el último bloque, dedicado a los espirituales negros, donde el solista mostró si cabe lo mejor de sí mismo, como en la traducción a capella de Lord how come me here de impecable afinación y junto a la maestría de Fix me, Jesus, y dos sobresalientes piezas de regalo ante las efusivas ovaciones dedicadas. Enhorabuena.

Crítica musical. Concierto nº 3 del XX Ciclo de Órgano Catedral de Málaga

Tras un lapso temporal algo extenso y con mis sinceras disculpas por ello, actualizamos el blog con las últimas críticas relativas a la oferta de música clásica que hubo la semana pasada. En este sentido, nos hacemos eco del buen concierto ofrecido el viernes pasado en la Catedral de Málaga, en homenaje al Padre Manuel Gámez López en la edición de su obra, y dentro del XX Ciclo de Órgano Catedral de Málaga, siendo publicado el domingo día 30 de mayo de 2010 en el periódico "Málaga Hoy".


BUENA CONCERTACIÓN Y HOMENAJE

por Fernando Anaya Gámez

XX Ciclo de Conciertos de Órgano. S. I. Catedral de Málaga. Fecha: 28 de mayo. Programa: Obras de Stanley, Mozart, Ocón, Saint-Saëns, Otaño, Lemare, Gámez, entre otros. Intérpretes: Coral Santa María de la Victoria y Adalberto Martínez Solaesa (órgano). Director de la coral: Manuel Gámez López. Aforo: Completo.

Nueva cita dentro del XX Ciclo de Órgano de la Catedral de Málaga que, bajo el patrocinio del Vicerrectorado de Cultura y Relaciones Institucionales de la Universidad de Málaga, se presentó en la dualidad de la Coral Santa María de la Victoria junto a las manos expertas de Adalberto Martínez Solaesa, organista titular de la catedral y director del ciclo. Una cita que igualmente rindió un sentido homenaje al Padre Manuel Gámez López, tanto a su trayectoria profesional en el ámbito musical como muy especialmente con motivo de la edición de su obra compositiva. El concierto comenzó con el Voluntary V en re mayor/menor de Stanley, presentada para órgano solo y que, en tempo correcto y preciso, proclamó lo claro de su discurso en fiel subrayado de su natural fraseo. La partitura además sirvió de marco a los aplausos espontáneos ante la aparición del homenajeado en calidad de director de la coral.

Prosiguió la velada en solución de continuidad entre el sonido compacto del Benedictus sit Deus de Mozart junto a la interesante concepción compositiva del Benigne Fac del Miserere de nuestro insigne Eduardo Ocón. Una consecución in crescendo que se prodigó con la notable matización de Velum temple del compositor y musicólogo jesuita Nemesio Otaño junto a la deliciosa pieza Andantino en Re b del inglés Edwin Henry Lemare, ambas interpretadas en solitario por coral y órgano respectivamente.

Uno de los momentos más interesantes e intensos se resolvió con la realización de dos partituras del Padre Gámez. Dos concepciones basadas en temas melódicos recurrentes y que hicieron de su Salve Regina y, en destacado lugar, su Salve Malagueña dos momentos de gran relevancia, con el especial realce en esta última en la voz de la solista María José Pérez.

Finalmente, y tras la Sinfonía en do mayor de D'Andrea en la brillante traducción de Martínez Solaesa, cerró el concierto junto al sempiterno Haendel con el Alleluia del oratorio El Mesías, con grandes ovaciones.